
Gates, de 69 años, sostuvo que su decisión no responde a una falta de amor o apoyo hacia sus hijos -Jennifer, Rory y Phoebe-, sino a un principio personal: brindarles la oportunidad de construir su propio camino sin depender de su patrimonio. "Mis hijos recibieron una gran crianza, educación, pero heredarán menos del 1 % de mi fortuna porque decidí que no sería un favor para ellos", afirmó.
No quieren una dinastía, sino autonomía
Según recoge RT.com, el empresario explicó que, aunque cada persona tiene el derecho de decidir cómo distribuir su legado, en su caso, considera más valioso empoderar a sus hijos con herramientas para forjar sus propios logros. "No les pido que dirijan Microsoft. Quiero que sean significativos por sí mismos, sin ser eclipsados por mi buena fortuna", declaró.Además, Gates destacó que ha procurado tratar a sus hijos por igual, brindándoles oportunidades de calidad en lo académico y personal. Para él, una herencia que les resuelva la vida podría ser más perjudicial que beneficiosa en el largo plazo.
El legado principal será la filantropía
El cofundador de Microsoft también reafirmó que el grueso de su fortuna será destinado a fines benéficos a través de la Bill & Melinda Gates Foundation, entidad que ha canalizado miles de millones de dólares para combatir enfermedades y reducir la pobreza a nivel mundial. "La mayor vocación de estos recursos es volver a los más necesitados", expresó Gates en la entrevista.De acuerdo al reportaje de RT.com, Gates considera fundamental que sus hijos comprendan desde ahora sus intenciones sobre la herencia, evitando así malentendidos futuros y fomentando una relación basada en la transparencia.
Con esta decisión, Gates se suma a una tendencia creciente entre multimillonarios que prefieren transferir su fortuna a causas sociales antes que a sus descendientes, buscando generar un impacto duradero en el mundo más allá de sus propias familias.
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