El nuevo marco legal introduce la posibilidad de que los empleadores, previo acuerdo con el trabajador, utilicen aplicativos digitales para depositar sueldos, gratificaciones, CTS, entre otros beneficios económicos. La norma busca ampliar el acceso a mecanismos financieros a través de herramientas más accesibles para la mayoría de la población.
Formalización e inclusión financiera
Según el presidente de la Comisión de Economía, Banca, Finanzas e Inteligencia Financiera, Ilich López Ureña, más del 58 % de la población utiliza billeteras electrónicas. Este tipo de plataformas ha logrado una penetración importante, sobre todo en sectores tradicionalmente excluidos del sistema financiero.El legislador afirmó que la medida permitirá formalizar ingresos de trabajadores informales que actualmente reciben pagos en efectivo sin registros. Esto generaría un historial financiero útil para que más ciudadanos accedan a productos como créditos o seguros, y superen barreras como la calificación negativa o la falta de respaldo documental.
Contenido y alcance de la norma
La norma contiene seis artículos y una disposición complementaria final. El artículo 3 reconoce la billetera digital como un medio válido para el depósito de haberes y otros pagos laborales. El artículo 4 establece que este método podrá aplicarse si ambas partes lo acuerdan y si el trabajador considera que es más conveniente.El artículo 6 delega a la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) la responsabilidad de definir los nuevos límites operativos para el uso de dinero electrónico con fines laborales. Esta acción busca que más ciudadanos puedan usar estos servicios sin restricciones técnicas o montos máximos poco funcionales para sus necesidades.
¿Qué son las billeteras digitales y cuántas hay en el país?
Las billeteras digitales son aplicaciones móviles que permiten realizar transacciones sin necesidad de una cuenta bancaria tradicional. En Perú, los principales servicios de este tipo son:• Yape,
• Plin,
• Tunki,
• Agora y
• BIM.
Según la SBS, más de 18 millones de usuarios ya operan alguna de estas plataformas, principalmente desde teléfonos móviles.
Estas aplicaciones permiten realizar pagos, transferencias, cobros y compras de manera rápida, segura y sin necesidad de una tarjeta física o cuenta bancaria, lo que las convierte en una alternativa viable para poblaciones con acceso limitado a servicios financieros convencionales.
Reglamentación pendiente
El Poder Ejecutivo deberá ahora reglamentar la norma, fijando los criterios técnicos y operativos que deberán seguir las entidades del sector público y privado para implementar esta modalidad. También se definirá cómo se garantizará la protección de datos personales, la transparencia en las transacciones y la posibilidad de elección libre por parte del trabajador.La medida, en tanto, ya abre la puerta a nuevas formas de interacción laboral y financiera en un contexto de creciente digitalización y necesidad de mecanismos más ágiles para la población económicamente activa.
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