El anuncio de Walters, un republicano, se hizo oficial mediante un memorando dirigido a los distritos escolares, en el que se especificaba la obligación de enseñar la Biblia, incluyendo los Diez Mandamientos. Walters justificó esta decisión afirmando que "la Biblia es un documento histórico esencial para educar a nuestros hijos sobre la historia de este país y para una comprensión completa de la civilización occidental". Según él, la Biblia ha sido fundamental en la formación de la Constitución de los Estados Unidos y su sistema legal.
Sin embargo, la medida ha generado críticas y controversias, ya que muchos argumentan que puede desdibujar la separación constitucional entre la iglesia y el Estado. "Exigir una Biblia en cada aula no mejora la posición de Oklahoma en la educación", declaró Mickey Dollens, representante estatal demócrata, refiriéndose al bajo ranking educativo del estado. Los críticos sostienen que la iniciativa de Walters podría ser impugnada judicialmente, similar a lo que ocurrió en Luisiana, donde una reciente ley que obligaba a mostrar los Diez Mandamientos en las aulas fue rápidamente cuestionada en los tribunales.
La prensa estadounidense ha señalado que no está claro cómo se implementará la enseñanza de la Biblia ni qué estándares de enseñanza se aplicarán. En otros estados, la Biblia se enseña como parte de clases específicas de historia o literatura religiosa, pero muy pocos han emitido un mandato tan amplio como el de Oklahoma. NYTimes.com reportó que este movimiento refleja una creciente tendencia nacional entre los conservadores, particularmente católicos y evangélicos, para promover valores cristianos en las instituciones públicas.
Este enfoque de incorporar textos religiosos en las aulas coincide con un contexto más amplio de esfuerzos para expandir la presencia de valores cristianos en la vida pública estadounidense, especialmente después de la revocación del fallo Roe contra Wade. Más de una docena de estados han propuesto leyes para incluir capellanes en las escuelas públicas, y una gran parte de los fondos educativos se está destinando a escuelas religiosas.
La decisión de Oklahoma plantea interrogantes sobre la dirección que tomarán las políticas educativas en el futuro y cómo se manejará la enseñanza de la Biblia sin violar la separación entre iglesia y Estado. De acuerdo a un informe publicado por NYTimes.com, los esfuerzos para llevar textos religiosos a las aulas se están expandiendo en un momento en que la Corte Suprema, con una mayoría conservadora, ha ampliado los derechos de las personas religiosas, alterando precedentes que impedían el respaldo gubernamental a la religión.
Oklahoma kids will learn that the Bible and the Ten Commandments are foundational for western civilization. The left is upset, but one cannot rewrite history. pic.twitter.com/iZKhv9tKoc
- Superintendent Ryan Walters (@RyanWaltersSupt) June 27, 2024
LA PRENSA INFORMA:
- Oklahoma implementa la enseñanza obligatoria de la Biblia en escuelas públicas [ELPAIS.COM] La máxima autoridad educativa de Oklahoma, el superintendente Ryan Walters, ha defendido esta medida, y afirma que la Biblia es un "documento histórico necesario"
- Superintendente de Oklahoma anuncia que todas las escuelas deben incorporar la Biblia y los Diez Mandamientos en los planes de estudio [cnn.com] Todas las escuelas de Oklahoma están obligadas a incorporar la Biblia y los Diez Mandamientos en sus planes de estudio, con efecto inmediato, anunció el principal funcionario de educación del estado en un memorando el jueves.
- Ordenan que colegios públicos de Oklahoma enseñen la Biblia [latercera.com] La prensa estadounidense señaló que no quedó claro de inmediato cómo se enseñaría la Biblia ni qué estándares de enseñanza se exigirían en torno a ella. En algunos estados, la Biblia se enseña como parte de clases específicas y, en general, se considera que está permitida como texto histórico o junto con otros textos o literatura religiosa.
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