
Ramdin sucederá en el cargo al uruguayo Luis Almagro, quien dirigió la OEA durante dos mandatos consecutivos desde 2015 hasta 2025. Su elección marca un cambio en el liderazgo del organismo, con expectativas de una gestión menos polarizada y más orientada al diálogo entre los países miembros.
Antes de asumir este cargo, Ramdin se desempeñó como canciller de Surinam desde 2020 y acumuló una década de experiencia como secretario general adjunto de la OEA entre 2005 y 2015. Durante su trayectoria, ha ocupado cargos clave en organismos internacionales, incluyendo la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Diplomático de carrera, Ramdin ha trabajado en la integración económica y política de América Latina y el Caribe, promoviendo la cooperación regional. Su experiencia en la gobernanza multilateral y su conocimiento del funcionamiento interno de la OEA lo posicionan como un líder con capacidad para gestionar los desafíos de la organización.
En su presentación como candidato, Ramdin propuso una gestión basada en la equidad, la inclusión y el fortalecimiento de las instituciones democráticas. También resaltó la importancia de abordar el cambio climático, promover el desarrollo sostenible y fortalecer la cooperación en seguridad regional.
"No podemos dejar ningún Estado o persona atrás", afirmó, destacando la necesidad de un enfoque inclusivo que represente a todos los países miembros. Además, se espera que su mandato sea más conciliador y menos alineado con una agenda política específica, en contraste con su predecesor.
La llegada de Ramdin al cargo responde a una estrategia de los países caribeños, que apostaron por una candidatura única respaldada por naciones influyentes como México y Brasil. Este último, junto con Colombia, Bolivia, Chile y Uruguay, manifestó su apoyo a Ramdin a través de un comunicado conjunto días antes de la votación.
Su perfil es considerado una apuesta por superar las divisiones que marcaron los mandatos anteriores y devolver a la OEA un papel más activo en la diplomacia regional. Sin embargo, algunos analistas consideran que la influencia de Estados Unidos en el organismo seguirá siendo determinante.
Ramdin asume el liderazgo de la OEA en un contexto de desafíos políticos y sociales en la región. Se espera que su gestión impulse reformas internas y fortalezca el rol de la organización en la resolución de conflictos, la promoción de la democracia y la protección de los derechos humanos.
El profesor y periodista Gustavo Espinoza sostiene que la OEA seguirá enfrentando limitaciones estructurales, dado su papel como instrumento de influencia estadounidense en la región. Sin embargo, con Ramdin al frente, existe la posibilidad de que la organización retome su capacidad de mediación y cooperación efectiva entre sus Estados miembros.
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