
Origen humilde y vocación científica
Julio César Tello Rojas nació en Huarochirí el 11 de abril de 1880, en el seno de una familia de agricultores quechuahablantes. Desde joven demostró una inteligencia excepcional que lo llevó a trasladarse a Lima para culminar su formación secundaria en el Colegio Guadalupe.En 1900 ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Fue durante sus años como estudiante cuando comenzó a interesarse por la arqueología, influenciado por las visitas a la Biblioteca Nacional y por la lectura de estudios sobre lenguas indígenas. Su tesis de bachiller se tituló "La antigüedad de la sífilis en el Perú", una investigación que ya mostraba su interés por el pasado prehispánico desde una mirada científica.
Explorador de las raíces del Perú
Tello se dedicó de lleno a la arqueología tras obtener su título de médico cirujano. En 1906 ofreció su primera conferencia sobre cráneos prehistóricos hallados en Yauyos, lo que marcó el inicio de una carrera dedicada a estudiar las civilizaciones originarias del país.Sus hallazgos fueron fundamentales: descubrió la cultura Chavín, considerada una de las más antiguas del Perú, y más adelante identificó la cultura Paracas, famosa por sus complejos textiles y técnicas funerarias. Estos descubrimientos permitieron reconstruir el desarrollo cultural del Perú antiguo y desmontaron la idea de que la civilización peruana nació en la costa por influencia extranjera.
Además, fue pionero en la aplicación de métodos científicos modernos en sus investigaciones arqueológicas, lo que brindó mayor rigurosidad a sus hallazgos.
Promotor institucional de la arqueología
Tello no solo fue un investigador de campo, sino también un gestor cultural. En 1938 fundó el Museo de Arqueología Peruana -hoy Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú-, con el objetivo de preservar y divulgar los hallazgos arqueológicos del país. También creó el Instituto de Investigaciones Arqueológicas, desde donde impulsó la formación de nuevas generaciones de arqueólogos peruanos.A lo largo de su vida, publicó diversos libros y ensayos que constituyen una base imprescindible para los estudios arqueológicos. Entre ellos destacan "Antiguo Perú" (1929), "Paracas" (1959) y "Chavín, cultura matriz de la civilización andina" (1960).
Reconocimiento internacional y legado duradero
Julio C. Tello no solo es considerado el padre de la arqueología peruana, sino también un símbolo de identidad y orgullo para el país. Su condición de indígena que llegó a lo más alto del mundo académico representa un hito en la historia del conocimiento científico en América Latina.Fue respetado a nivel internacional y defendió siempre el valor de las culturas originarias, posicionando al Perú como un país con una historia milenaria digna de reconocimiento. Su trabajo continúa siendo fuente de inspiración y objeto de estudio para investigadores de todo el mundo.
Tello falleció en Lima el 3 de junio de 1947, pero su influencia sigue viva en cada excavación, museo y texto académico que rescata el pasado precolombino del Perú.
Reflexión y enseñanza para el Perú contemporáneo
Conmemorar el fallecimiento de Julio C. Tello es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de conocer y valorar nuestras raíces. Su vida nos enseña que el conocimiento del pasado fortalece la identidad y permite construir un futuro con mayor conciencia cultural.
La arqueología no es solo el estudio de objetos antiguos; es una herramienta para comprender quiénes somos como nación. Gracias a Tello, el Perú cuenta con una arqueología sólida, científica y comprometida con la verdad histórica.
En un país tan diverso como el nuestro, el legado de Tello nos invita a redescubrir el valor de lo ancestral, a cuidar nuestro patrimonio y a seguir explorando con orgullo la riqueza de nuestras culturas originarias.
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