
Todo comenzó con un nuevo derrame en el lote VI, operado por PetroPerú. La alerta fue dada por vecinos, no por la empresa, que habría ordenado a sus vigilantes no comunicarse. Según informa La República, el crudo se expandió por al menos 500 metros, afectando no solo el ecosistema local, sino también la vida escolar. Dos instituciones educativas de nivel inicial y primaria suspendieron clases por estar cerca de la zona contaminada.
Educación afectada: colegio emblemático cerrado y hacinamiento en aulas prefabricadas
En el distrito de La Brea, el colegio secundario José Pardo y Barreda permanece cerrado desde mayo de 2023. El motivo: emanaciones de hidrocarburos y gases tóxicos desde el suelo, detectadas en aulas, patio y zonas deportivas. El plantel fue construido sobre un antiguo pozo petrolero abandonado.Actualmente, los 390 estudiantes reciben clases en condiciones precarias: hacinados en 16 módulos prefabricados instalados en un terreno que solo soporta 10 aulas. "Nos encontramos en un local de contingencia hecho de drywall y calaminón", declaró la directora Gianina Palacios.
Harold Alemán, del Colegio de Ingenieros de Talara, advirtió que los trabajos de remediación, realizados por encargo del Ministerio de Energía y Minas, habrían fallado. "El petróleo ha migrado a zonas más bajas, lo que indica una remediación mal ejecutada. Se requiere un sellado permanente", sostuvo.
Sin solución ni contención: las viviendas también colapsan
El panorama es aún más preocupante en el asentamiento humano Villa Hermosa. Al menos 40 viviendas presentan daños estructurales severos: fisuras en muros, suelos levantados y líquidos de olor penetrante emanando desde el subsuelo. Para muchos, vivir ahí ya no es opción.Violeta Vivas, madre de familia, abandonó su casa tras notar la deformación progresiva de la estructura. Según Edgar Villar, presidente de la Junta Vecinal, existen dos posibles causas: antiguos pozos petroleros en el subsuelo o daños en la capa freática tras el sismo del 2021. "Pedimos que el Ingemmet realice un estudio geológico. Sin eso, no podemos decidir entre reconstruir o reubicarnos", remarcó.
La autoridad vecinal también solicitó la intervención del Ministerio de Vivienda. "Si ocurre un sismo, esas casas se desploman. Ya hemos sido declarados en alto riesgo, pero no hay acción concreta", denunció Villar.
Entre el crudo y el olvido estatal
Pese a que PetroPerú afirmó que el 95% del área contaminada ya fue limpiada, la población local no confía. Muchos recuerdan el derrame de hace siete meses, que dejó playas inutilizables y una temporada turística perdida. Lobitos, otrora destino para surfistas, fue excluido del Circuito Nacional de Tabla."La compensación económica nunca llegó. Vivimos del turismo, y ahora ni eso tenemos", lamentó Patricia Abanto, presidenta de la Asociación de Operadores Turísticos.
El informe de LaRepublica.pe expone una realidad que conjuga pasivos ambientales, precariedad educativa y desidia institucional. Mientras el crudo se filtra y las aulas se cierran, cientos de escolares siguen esperando que el Estado atienda con urgencia lo que hace tiempo dejó de ser un problema aislado.
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