
El paro, convocado por la Cámara Nacional del Transporte bajo la lideranciade Martín Ojeda, tiene una duración de 24 horas y busca generar presión para que se refuerce la seguridad y se reduzcan los casos de extorsión que afectan al sector.
Movilidad y seguridad en tensión
Los transportistas han señalado que la protesta intervendrá rutas principales de la capital, generando congestión y complicaciones para el traslado de miles de estudiantes y trabajadores. En sus comunicados solicitan la creación de un «equipo especial de élite» policial destinado a combatir las bandas que intimidan a choferes y cobradores.En paralelo, varias universidades y centros educativos han comunicado la suspensión de clases presenciales para proteger a su comunidad académica y evitar incidentes durante la movilización. Las instituciones que ya han confirmado la medida incluyen:
- Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP)
- Universidad Privada del Norte (UPN)
- Universidad Nacional de Ingeniería (UNI)
- Universidad Antonio Ruiz de Montoya
- Universidad César Vallejo (UCV)
- Escuela de Posgrado de la UPC
- Zegel Ipae
- Instituto Toulouse Lautrec
- Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM
- Universidad Jaime Bausate y Meza
- UNIFE
- UNAC - Callao
- UNFV
- UNE - Cantuta
Algunas instituciones educativas han señalado que reanudarán sus actividades solo después de que se reestablezca el servicio de transporte público o cuando las condiciones de seguridad sean evaluadas y mejoradas.
La medida de fuerza se produce pese a negociaciones previas entre representantes del transporte y el Congreso. En manifestaciones anteriores se firmaron acuerdos para reforzar la vigilancia, crear instancias de diálogo y desplegar policías adicionales en líneas de transporte, pero los transportistas afirman que esos compromisos no se tradujeron en mejoras visibles.
Presión gremial y expectativas de diálogo
Durante el paro, el gremio agrícola podría invitar a otros colectivos a unirse a la protesta para reforzar su reclamo. Se espera que organizaciones estudiantiles y gremios de transporte se sumen para formar una nueva mesa de diálogo con autoridades nacionales.Las demandas principales implican un mayor resguardo policial en rutas urbanas y una pronta intervención frente a las organizaciones criminales que operan en el sistema de transporte público. Los transportistas advierten que, sin acciones rápidas, la crisis de inseguridad seguirá agravándose.
Para los estudiantes, docentes y trabajadores, la suspensión genera incertidumbre sobre el desarrollo de clases, exámenes y actividades programadas. Algunas casas de estudio han indicado que evaluarán el impacto en sus calendarios académicos y comunicarán ajustes en los próximos días.
En las próximas horas se espera que las autoridades de Lima y Callao emitan comunicados con medidas de contingencia para el transporte y seguridad. Mientras tanto, miles de estudiantes cuya movilidad dependía del transporte público permanecerán en sus hogares o buscarán rutas alternas ante la interrupción.
Este lunes 6 de octubre, la medida reivindica la exigencia de los transportistas por mejores condiciones de seguridad y presiona para que los compromisos adquiridos se transformen en acciones efectivas.
Comentar esta noticia