
La evaluación oral se aplicará en 48 lenguas indígenas y siete macrovariantes del quechua. Solo podrán rendir la evaluación escrita, prevista para el 28 de setiembre, aquellos docentes que alcancen al menos el nivel básico en esta primera etapa.
¿A quiénes está dirigida la evaluación de lengua originaria?
Este proceso está dirigido a docentes bilingües de Educación Básica, Técnico-Productiva y Educación Superior Pedagógica que aún no forman parte del RNDBLO, así como a quienes deben renovar su incorporación por vencimiento de vigencia o desean actualizar su nivel de dominio. Se trata de una evaluación que valida competencias lingüísticas fundamentales para una enseñanza intercultural pertinente.El objetivo es asegurar que quienes se desempeñen en contextos de diversidad lingüística cuenten con una acreditación oficial del dominio oral y escrito de la lengua originaria correspondiente a su comunidad o ámbito de trabajo. Según el MINEDU, este proceso permitirá reforzar la política de atención educativa en lenguas maternas.
Fechas claves del proceso EDLO 2025
La inscripción concluyó el pasado 24 de marzo y los docentes pueden verificar si fueron admitidos en el sistema de información y monitoreo de la Educación Intercultural Bilingüe (SI-EIB), a través del portal oficial:Cronograma oficial
El cronograma indica que, luego de culminada la evaluación oral, las UGEL deberán reportar las fichas y listas de asistencia escaneadas desde el 22 de julio al 5 de agosto. La prepublicación de resultados será el 8 de agosto. Posteriormente, del 11 al 29 de agosto, se realizará el cruce de resultados con las bases del MINEDU para verificar el título profesional de los evaluados. Los docentes observados tendrán plazo del 8 al 26 de setiembre para presentar la documentación requerida.Lenguas incluidas y requisitos para la etapa escrita
La evaluación escrita está dirigida exclusivamente a los docentes que superen el nivel básico en la prueba oral, en lenguas como asháninka, awajún, shipibo-konibo, ashéninka, quechua (en sus diversas variantes), yanesha, wampis, matsés, entre otras. Cada una cuenta con estructuras específicas y materiales diseñados por especialistas en lingüística aplicada y educación intercultural.El proceso busca garantizar un estándar técnico uniforme en la certificación del dominio, asegurando así una cobertura educativa adecuada en las zonas rurales y comunidades indígenas del país.
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