
"Quisieron enterrarlo en prisión y terminaron sembrándole votos".
Esa fue una de las frases que circuló con fuerza tras conocerse que el expresidente Martín Vizcarra recuperó su libertad por orden del Poder Judicial. La decisión fue adoptada por la Tercera Sala Penal Nacional de la Corte Superior, que declaró infundado el pedido de la Fiscalía de imponer cinco meses de prisión preventiva en su contra por los casos Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua.Los argumentos de la Sala
Vizcarra había ingresado al penal de Barbadillo el pasado 13 de agosto, luego de que el juez Jorge Tamariz aceptara parcialmente la solicitud del Ministerio Público. Sin embargo, la defensa del exmandatario apeló, logrando revertir la medida en segunda instancia.El tribunal, integrado por los magistrados Enríquez Sumerinde, Magallanes Rodríguez y Javiel Valverde, concluyó que la Fiscalía no sustentó adecuadamente su planteamiento. Señalaron errores en la fundamentación respecto al supuesto riesgo procesal, ya que Vizcarra cuenta con arraigo laboral y familiar. Además, cuestionaron la interpretación del comportamiento atribuido al expresidente y las medidas de coerción solicitadas.
Implicancias políticas
La liberación del exjefe de Estado reaviva el debate en torno a su rol en la política nacional. Para sus críticos, mantenerlo encarcelado podría fortalecer su narrativa de persecución y convertirlo en mártir. En cambio, al quedar en libertad, enfrenta el desafío de responder a los procesos judiciales sin el simbolismo que implica estar tras las rejas.Especialistas consideran que la decisión podría tener repercusiones en la arena electoral, donde Vizcarra aún mantiene un sector de apoyo ciudadano. El fallo judicial, lejos de cerrar el capítulo, lo coloca nuevamente en el centro de la atención pública.
Los casos pendientes
El Ministerio Público investiga a Vizcarra por presunto cohecho en los proyectos Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua. Aunque la prisión preventiva fue desestimada, los procesos continúan abiertos. La Fiscalía mantiene la acusación de que habría recibido beneficios indebidos durante su gestión como gobernador regional.El futuro judicial de Vizcarra dependerá del avance de estas investigaciones. Mientras tanto, su excarcelación refuerza la percepción de que sus adversarios políticos no logran encontrar una estrategia uniforme frente a él: "les conviene más tenerlo en libertad que hacerlo mártir", sostienen analistas.
Lo cierto es que el fallo evidencia fallas en la sustentación fiscal y abre un nuevo capítulo en la relación del expresidente con el sistema de justicia. Vizcarra enfrenta un escenario en el que deberá responder ante los tribunales, pero con la ventaja de hacerlo fuera de prisión.
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