
El doble rostro de la PNP
Un adulto mayor armado solo de indignación y dignidad fue suficiente para que un agente de la PNP desatara su "valentía" golpeándolo brutalmente en la cara con una vara durante una protesta ciudadana. La escena, registrada en video, refleja la obediencia servil de ciertos policías frente al poder político de turno y su disposición a ejercer fuerza desproporcionada contra quienes protestan. Pero el contraste es indignante: mientras reprimen a ancianos, estudiantes y trabajadores, actúan con tolerancia -y hasta complicidad- frente a verdaderos criminales. El reciente caso de la captura del delincuente conocido como "El Monstruo" en Paraguay dejó expuestos los vínculos y filtraciones desde la propia PNP que casi frustran su captura. Con los vulnerables, garrote; con el crimen organizado, silencio, blindaje o favores. Ese es el doble rostro que hoy indigna al país.Procedimiento disciplinario contra el agente
La Inspectoría General de la PNP anunció la apertura de un procedimiento administrativo disciplinario contra el efectivo involucrado. Según el comunicado oficial, la investigación busca esclarecer los hechos (no hay nada qué esclarecer, el video es impactante ) y determinar responsabilidades. Además, se indicó que toda la información recopilada será enviada al Ministerio Público para continuar con las diligencias correspondientes.El mensaje institucional exhortó a evitar la participación de personas vulnerables, como adultos mayores y menores de edad, en este tipo de movilizaciones. Sin embargo, la declaración fue interpretada en redes como un intento de trasladar la responsabilidad a los manifestantes en lugar de centrarse en el accionar policial.
Heridos durante la protesta
La marcha del 27 de septiembre congregó a estudiantes, colectivos civiles, trabajadores y transportistas urbanos en rechazo a las políticas del actual gobierno. La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) confirmó que al menos 18 personas resultaron heridas. Entre ellas se encuentran un periodista, una brigadista y varios ciudadanos que denunciaron el uso indiscriminado de gases lacrimógenos, perdigones y golpes.Uno de los casos más graves fue el del adulto mayor, quien tras recibir el impacto policial debió ser trasladado de urgencia a un centro de salud para ser atendido por la hemorragia en la cabeza. Otro manifestante, de 27 años, sufrió cuatro impactos de perdigones, tres de ellos en el rostro. Estas escenas reavivaron el debate sobre el respeto a los protocolos de uso de la fuerza en escenarios de protesta.
Reacciones en la ciudadanía
Las imágenes viralizadas provocaron una ola de críticas hacia la actuación de la policía. Usuarios en internet cuestionaron la dureza con que algunos agentes actúan contra personas vulnerables, en contraste con la actitud más permisiva que muestran frente a la delincuencia organizada. La comparación se intensificó tras revelarse los vínculos de la PNP con el delincuente conocido como "El Monstruo", detenido recientemente en Paraguay.La CNDDHH emitió un comunicado condenando los hechos y demandando garantías para la seguridad de quienes participan en movilizaciones. "Protestar es un derecho, no un delito", señalaron en su pronunciamiento, que fue replicado por organizaciones de la sociedad civil y gremios universitarios.
Debate sobre el uso de la fuerza
El caso reabre la discusión sobre la necesidad de revisar los protocolos policiales en contextos de protesta social. Especialistas en derechos humanos señalan que el uso de la vara o del gas lacrimógeno debe ser el último recurso y únicamente en situaciones de riesgo extremo. En este caso, las imágenes no muestran provocación alguna por parte del adulto mayor, lo que fortalece los cuestionamientos a la legitimidad de la intervención.La agresión contra el manifestante de la tercera edad, sumada a los heridos durante la jornada, ha elevado la presión sobre el Ministerio del Interior y sobre la propia comandancia de la PNP. Organizaciones de abogados y colectivos sociales han solicitado la destitución inmediata del agente implicado y una reparación a las víctimas de los abusos policiales.
Indignación que trasciende lo digital
La protesta de la Generación Z no solo puso en agenda las demandas juveniles, sino que también visibilizó la fragilidad de los derechos en el marco de las manifestaciones. El impacto de las imágenes, que continúan circulando en medios y plataformas digitales, se ha convertido en un símbolo del reclamo social contra la violencia institucional y la falta de garantías en el ejercicio ciudadano del derecho a la protesta.@elcomerciopeEfectivo policial golpea en la cara a anciano durante las manifestaciones
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