El Congreso monta su espectáculo tras el alza de sueldo a Boluarte: fingida indignación y silencio cómplice



El Congreso monta su espectáculo tras el alza de sueldo a Boluarte: fingida indignación y silencio cómplice
Congreso finge sorpresa por aumento de sueldo de Dina Boluarte mientras aprueba gastos millonarios: Este miércoles, el Consejo de Ministros aprobó aumentar el sueldo de la presidenta Dina Boluarte a S/35,568 mensuales, un incremento del 125% respecto a su remuneración actual. El anuncio llegó con tecnicismos, comparaciones con presidentes de la región y justificaciones en base a la Ley Servir y la Ley de Presupuesto. Lo que no llegó fue una pizca de sensibilidad política ni sentido común.

La reacción de las redes fue inmediata. El descontento popular -ya inflamado por la gestión de Boluarte- estalló con rabia e ironía. La frase "#DinaConchuda" se volvió tendencia y diversos analistas, desde Rosa María Palacios hasta Ricardo Cuenca, advirtieron que este aumento equivale a cavar más profundo el hoyo del 1% de aprobación. Literalmente, rumbo al 0%.



Pero lo más indignante no ha sido el aumento en sí, sino la puesta en escena posterior. El Congreso -que hasta ayer guardó silencio cómplice mientras este decreto se cocinaba- hoy empieza a alzar la voz con teatralidad, indignación fingida y frases ensayadas frente a las cámaras.

Lo dijo sin filtro Rosa María Palacios: "Montan un espectáculo de supuesto rechazo... caimanes del mismo pozo". Porque mientras se indignan por el sueldo presidencial, ese mismo Congreso prepara una remodelación millonaria para su retorno a la bicameralidad, como si viviéramos en un país boyante, sin conflictos ni carencias.



Silencios que también gobiernan

No es solo lo que se dijo, sino lo que se calló. Durante semanas, el Ejecutivo trabajó esta medida bajo reserva, e incluso declaró confidenciales los oficios que justificaban el alza. Fue recién tras la presión del diario El Comercio que la ANTAIP señaló que esa clasificación era inválida. Aun así, ni la PCM ni el Congreso consideraron necesario advertir o cuestionar la decisión antes de su publicación.

Hoy, cuando el rechazo es masivo, los congresistas parecen haber recibido luz verde para "indignarse". Pero ni Susel Paredes ni los sectores que hoy alzan la voz han explicado cómo se pasó del silencio a la furia, de la indiferencia a la supuesta defensa del pueblo.



¿Quién paga el show?

Mientras la presidenta se autoasigna el sueldo de "un líder regional corregido por paridad de poder adquisitivo", los maestros jubilados siguen esperando aumentos de pensiones, los médicos contratados y el SUTEP advierte que este gobierno carece de legitimidad y eficiencia.



Y en este guion tragicómico, el Congreso del Perú -que vive entre bonos, pasajes, consultorías y blindajes- busca ganar algo de cariño popular con una función más. Pero como en toda obra repetida, el público ya conoce el final. Spoiler:

Y esta vez, no aplaude.


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